15 de enero de 2012

Ministerio de Ciencia


En este nuevo artículo, quiero hacerles sabedores de una noticia de esas, que a menudo se toman como insustanciales y carentes de interés (y no por que lo diga yo, que ahí están las estadísticas). Esta es otra de esas noticias científicas.
A menudo, la chuminada parece tener una carga valedera mayor que la de los hechos empíricos, pero claro, ya se sabe. Telepredicadores, pitonisas, y sectarios de todo orden y tipo – político, farandulero, lo que quiera – tienen dentro de la programación habitual, canales y canales y horas y horas de emisión, en oposición a otras cuestiones más interesantes, menos viscerales y más necesarias, como pudieran ser las cuestiones de ciencia. Y no es que el que vea la televisión sea un zote. Es que al zote le da igual que la haya o que no, simplemente imitará y tomará como suyo lo que diga el vocero de turno. Tomando como propio las ideas de otro intentándose diferenciar, en medio de una vorágine de odio, del resto de la gente que considera equivocada. El pan nuestro de cada día, vaya.
Dejando esta cuestión aparte, que ya estoy harto de tocarla, decir que ha sido la revista científica Nature la que ha puesto de relieve en sus páginas la eliminación del Ministerio de Ciencia e Innovación en el gobierno dirigido Mariano Rajoy.
Un Mariano Rajoy que – si se me permite – como en el caso de Darwin, parece haber salido de escena dejando que otros sean los que hablen “de” y “por”. Ya se oye comentar cosas como: “La presidenta Soraya Saez de Santamaría o ¡Zapatero vuelve!”. Cosas estas que evicencian el carácter títere del actual presidente, que ya se puede decir: “es el peor, con diferencia, de toda la democracia española”.
La publicación de Nature apunta que es la crisis la que ha llevado al nuevo presidente del Ejecutivo a reducir ministerios “para ahorrar dinero y mejorar la gobernabilidad”. Cosa esta, que sabiendo del humor anglo-sajón me pregunto si no será un doble sentido. Pues de todos es sabido que una masa ignorante es más fácil de domeñar, que una que no lo es.
Además, la prestigiosa revista, destaca el paso del Ministerio de Ciencia a las competencias del Ministerio de Economía y Competitividad que – Darwin y Smith (Adam Smith), por medio – son un cambio que, según Nature era previsible dado “la debilidad” que tenía tal ministerio. Y no me extraña.
Así fue impresa, a modo de protesta, la cartera de Educación y Ciencia de la pasada legislatura.

Nature destaca que Cristina Garmendia puso en marcha la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación en mayo de 2011 y la creación del programa “Severo Ochoa” para promover la excelencia en la investigación. Recogiendo además, los testimonios de la portavoz de la plataforma ‘Investigación Digna’, Amaya Moro-Martín, quien ha dicho que los investigadores están “alarmados” por la señal que envía el nuevo Gobierno de cara a los países de más alto rango que España en cuanto a investigación y que sí tienen un ministerio especializado. Cosa que no sólo me parece no es buena, sino que en sí misma no lo es.
Como dijo aquél: La pela es la pela. Y es por ello que la publicación científica ha destacado las declaraciones del presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), Carlos Andradas sobre los “beneficios” que puede suponer mover la ciencia a la cartera de Economía, ya que, según Andradas “están explícitamente relacionados con el desarrollo del país”. Y no le falta razón, salvo porque se obvia la corrupción de las instituciones científicas en pos de las empresas, que si ya estaban podridas per sé, ahora frecuentarán lupanares, si no viles e inmundas esquinas. Esto lo digo porque hasta ahora sólo quien daba los resultados que la empresa dictaba, recibía subvención y derecho a publicar (busquen por ahí declaraciones y entrevistas en las que aparezca Miguel Jara). De ahí que todo el mundo crea saber que el tabaco mata – cosa por demostrar – y no sepan, por ejemplo, que previene mal de parkinson, de alzehimer y que duplica la velocidad en las conexiones sinapticas del cerebro, tal como demostrase Raju Metherate, en su estudio del año 2007.
Y mientras tanto, aquí se pugna por ver quien tiene razón con respecto de unas cuestiones que obedecen más al jingoísmo que a la verdad, quizás ese sea el motivo por el cual algunos digan: Tenemos lo que nos merecemos.
Prepárense que más adelante hay más. Y no me refiero a estas cuestiones políticas y de algún modo científicas, no. Me refiero a lo que, derivado de esto que he explicado, vendrá.




Fuente: 
http://mundodesconocido.com/WordPress/?p=2834

No hay comentarios:

Publicar un comentario