31 de diciembre de 2011

Convertirse en urbes inteligentes, reto para diferentes ciudades


Encuentro en Brasil plantea la necesidad de que Bogotá se convierta en una de ellas próximamente.

Los centros urbanos, donde en los próximos 40 años vivirá el 70 por ciento de los habitantes del planeta, se enfrentan a un nuevo reto: ser ciudades inteligentes para garantizar la calidad de vida de la gente.
Algunos gobernantes locales y regionales se están poniendo en camino, pero otros -la mayoría- ni siquiera se han dado cuenta de que la carrera comenzó y de que, cada vez más, los ciudadanos se conformarán menos con las ciudades descuadernadas, desintegradas e ineficientes con las que han convivido hasta ahora.
El concepto está apenas en construcción, pero esta semana fue debatido en Río de Janeiro (Brasil), durante el encuentro 'Ciudades inteligentes' (Smarter Cities), promovido por la compañía IBM, en el que se reunieron más de 400 líderes entre alcaldes, comandantes de Policía, empresarios, académicos e investigadores urbanos y de tecnología.
Del encuentro surgió una especie de hoja de ruta que las ciudades deberían adoptar, si quieren responder al reto de garantizarles a los ciudadanos servicios de calidad, a cambio de los impuestos que pagan y con los que se financia la estructura burocrática del Estado.
Un reto de largo aliento
Pero, ¿qué es una ciudad inteligente? La primera puntada la dio el vicepresidente de Tecnología Global del sector público de IBM, Guru Banavar: "Es aquella que logra una buena gestión, porque tiene la información pertinente para llegar oportunamente a las personas y tomar las decisiones adecuadas para prevenir y enfrentar los problemas y las emergencias de la comunidad".
Para Pablo Escudero, director del Departamento de Policía de Madrid, el reto no es de poca monta, porque, para las ciudades, implica enfrentar de manera integrada temas tan complejos como la seguridad pública, la movilidad y el tráfico, el uso eficiente de la energía, la atención de emergencias y, hoy en día, los efectos del cambio climático en la vida de las ciudades.
De ahí que el primer paso que se plantea para que las ciudades se pongan en marcha es convertirse en ciudades digitales. Implica, por un lado, garantizar el acceso universal a Internet de banda ancha y al mundo de la red a todos los ciudadanos y, por otro, operar, bajo Gobiernos en línea, a través de plataformas tecnológicas que centralizan toda la información disponible. Así, el alcalde y todo su equipo de Gobierno pueden tomar decisiones en tiempo real con información de primera mano.
La experiencia de Brasil
Un ejemplo se puso en marcha en Río de Janeiro. En solo siete meses se interconectaron electrónicamente 30 agencias (entidades) del Estado, apoyadas en un centro de control, que recibe información de más de 170 cámaras de video ubicadas en la ciudad. El centro cuenta, además, con un sistema pionero de predicción del clima.
Cuando una ambulancia sale a atender una emergencia o una patrulla a cubrir una situación de crimen, es posible determinar las rutas de llegada, establecer dónde hay embotellamientos de tráfico y garantizar una llegada oportuna.
Otro caso para emular es el de la Policía de Sao Paulo, que le apostó al manejo digitalizado de la seguridad y hoy los policías tienen entre su dotación tablets, teléfonos inteligentes y conexión a intranet las 24 horas del día, desde la calle.
Es el uso de la tecnología para integrar en una sola plataforma toda la información disponible para todas las agencias del Estado involucradas, que permite tomar decisiones en tiempo real, pero calificada porque está sustentada en información actualizada y analizada. En Sao Paulo, por ejemplo, un policía puede detectar cualquier daño en la ciudad, que implique inseguridad, como un hueco o la falta de alumbrado en algún punto, y la información queda registrada y localizada en un mapa.
Hay protocolos para que el Gobierno municipal solucione el problema en un tiempo determinado, porque tiene acceso a esa información y hay plazos perentorios para solucionarlos.
En los dos casos, el Gobierno y la Policía cuentan con la información en tiempo real en mapas que se alimentan de cámaras de video e información de las entidades involucradas, que permiten monitorear la marcha de las ciudades y tener información para tomar decisiones y evitar contratiempos.
Río de Janeiro
Hace un año, esta ciudad brasileña puso en funcionamiento el Centro de Operaciones de Río, que integra información de 30 organismos. Cuenta con un sistema pionero, que permite pronosticar las condiciones meteorológicas y posibles inundaciones hasta con 48 horas de anticipación.
Sao Paulo
Los policías de Sao Paulo trabajan con una base de datos que cuenta con información de delitos (imágenes, datos y otros), crímenes, delincuentes y emergencias, que se maneja por medios electrónicos y que está disponible para todos los policías que tienen como dotación tablets y teléfonos digitales.
Memphis
Todo comenzó en el 2005. Pasaron de un informe mensual que hacía la Policía, lleno de datos que nadie leía, a un sistema integrado electrónicamente, que llamaron Blue C.R.U.S.H. Ese sistema permitió identificar zonas críticas en las que concentraron los recursos.
Los costos
Para que una ciudad sea inteligente requiere recursos. Río gastó $US20 millones en su centro de monitoreo.

Yolanda Gómez
Enviada especial de El Tiempo






Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/bogota-rumbo-a-convertirse-en-ciudad-inteligente_10755784-4?utm_source=dlvr.it&utm_medium=twitter

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